18 feb 2013

Etiquetas


Uno de los hobbys de la mayoría de las personas es poner etiquetas a otras personas. ¿Por qué? Costumbre, comodidad, método de protección, aburrimiento,etc. La verdad no la sé, pero estoy segura que algún experto en psicología tendría una explicación razonable. Eso, la verdad, no importa ahora. Lo que ahora importa es: ¿Cuál es tu etiqueta? ¿Te fue impuesta por la sociedad o lo has hecho tu? Sea como fuera ahí están para recordarnos lo que supuestamente somos y lo que no podremos llegar a ser nunca.
Es importante que sepan (principalmente que YO lo sepa) que esas etiquetas no te definen, que las personas hacen juzgamientos erróneos basados en sus sentimientos, no son razonables u objetivos, y aunque estos fueran exactos, pueden ser cambiados.
Creo que a mis etiquetas las he puesto yo misma, lo que es peor. ¿Quién podría ser más exigente que yo? ¿Quién sería capaz de tanta crueldad?

Yo soy: Obsesiva, sobrevalorada, fea, gorda, petiza, sorda, loca, desconfiada, etc.
Y aún así  no soy todo eso. Porque yo soy ALGO MÁS, algo mejor.
Tengo que recordarlo.
Pero siempre se me olvida.
Siempre vuelven a mi esas etiquetas, y cada vez tienen una mayor fuerza en la manera en la que se quedan en mi mente dando vueltas, y cada vez soy más débil.
No soy eso, soy algo más.
No soy eso, soy algo más.
Soy eso.
Soy eso.
No puedo llegar a ser algo más.

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