29 jun 2012

Un encuentro con la muerte

Era curioso como después de haber estado horas dando vueltas en la cama sin poder dormirme no hubiera podido acostumbrarme a la oscuridad. Todo seguía tan oscuro, tan invisible, imperceptible como en el primer momento. Y otra cosa curiosa era que no podía conciliar el sueño, a pesar de que este día me había despertado muy temprano y hecho todas las cosas que hago diariamente. Normalmente a esta hora estaría en el quinto sueño y roncando sin darme cuenta. Fue en ese preciso momento cuando me di cuenta, en medio de toda la oscuridad que no me permitía ver ni mi propia mano, supe que ella estaba aquí.  ¿Cómo lo supe? No lo sé muy bien pero lo siento en todo mi ser, lo . Mi cuerpo lo sabe y lo asume, por eso esta temblando de una manera imperceptible. Puedo sentirla, siento sus delgados dedos moviéndose y su frío aliento que inunda toda la habitación. Incluso creo que sé donde esta, y sé que me esta mirando. 
¿Vienes a buscarme vieja amiga? ¿Estas aquí para llevarme a ese mundo desconocido? ¿A ese mundo del que se han escrito tantas historias y dicho tantas otras? ¿A ese mundo donde algunos buscan entrar y otros le temen pavorosamente? ¿A ese mundo que separa a los amantes y sobre el cual se hacen promesas? Si es así ... ¿qué estas esperando vieja amiga? Ven sobre mí y lleva mi alma contigo como has hecho un millón de veces y tal vez un millón de veces más. 
Siento el tiempo pasar y sin embargo sigo aquí como para poder apreciarlo ¿no debería haberme ido ya? Tal vez este es un tiempo, un regalo que se da para poder apreciar lo ultimo de vida que me queda, pero sin embargo no lo quiero. No hay nada que no haya pensado ya, nada que no haya dicho que hubiera querido decir. Ven sobre mi de una buena vez, terminemos lo que ya empezó, porque ambos sabemos que esta alma ya murió y que lo que queda son solo recuerdos.  Te siento ahí, acércate, quiero verte. Ver esos ojos vacíos y fríos que me llevaran. Ven, por favor te lo pido. ¿No quieres hacerlo? ¿Quieres esperar? Supongo que puedo que si ya espere por ti todos estos años puedo hacerlo un tiempo más ¿no lo crees? Vieja amiga! Tu que has llevado a muchos, entre ellos amigos, familiares y conocidos, ahora vienes a por mi como una vez me prometiste que harías. Sin embargo estas ahí y no te animas a pasar, pero no te preocupes yo esperare. ¿Estas esperando a que me suma en sueño profundo para nunca más despertar? Entonces vamos a esperar los dos porque al parecer el sueño se niega a compartir un tiempo con nosotros. Dime que tal te ha ido, dime si te gusta este trabajo ¿Si? Lo suponía, hay algo tan bello y sublime en lo que haces que no puedo menos que sentir aprecio por ti. Cuéntame como fue cuando te llevaste contigo a grandes personas, reyes, príncipes, reinas y señoras, héroes. Dime que se siente llevar a un niño a ese mundo tan oscuro. 
Querida amiga! de verdad disfruto este tiempo que estamos teniendo pero temo que la fatiga se acordó de mi y no podré seguir contigo mucho tiempo ¿despertaré? ¿seguiré en este mundo en la mañana? ¿vendrás a visitarme algún día? Por favor respondeme que creo que mis ojos se cierran, aunque no estoy muy seguro, la oscuridad me confunde. 
Espera ¿qué dices? No puedo escucharte. Habla mas fuerte que seguro al despertar lo recordaré. 
Puedo sentirte, todavía estas aquí. Acércate vieja amiga y dímelo al oído. Tu aliento es helado pero agradable. Repitemlo otra vez, por favor. Ya no puedo resistir más, siento el sueño caer sobre mi con todo su peso.  Nos veremos pronto vieja amiga, no te olvides de mi.

laissez faire, laissez passer