27 mar 2013

Recuerdos

Me acuerdo de un día cuando era chiquita, tenia unos 6 o 7 años, estaba en el patio de mi casa que era mitad una galería y mitad jardín. Recuerdo que era un lindo día, no hacia calor ni frió, no llovía ni había viento, y yo estaba andando en bicicleta. Era una bicicleta nueva, me la habían comprado hace una semana o menos y ese mismo día había insistido que le sacaran las pequeñas ruedas de atrás. Para mi andar con esas dos rueditas tenia algo de humillante por eso mi insistencia. 
En fin, ese día del que les vengo hablando, estaba yo dando vueltas feliz porque había logrado andar bien y eso significaba que podría salir con mis amigos mas tarde pero no termino todo ahí. 
El piso de mi galería no era lo mas apto para andar en bici, en especial cuando uno anda dando vueltas por todas partes, y como era de esperarse me caí. No les estaría contando esto si la historia hubiera terminado ahí porque no lo hizo. Al caer mi pierna fue a parar entre las cadenas de la bici y me hice un lastimado muy feo, me dolía mucho y salia mucha sangre, pero en vez de llorar o llamar a mi madre me quede callada. No quería que nadie se enterara, nadie podía saber que aunque tenia 6 años me había caído, había fallado. Para mi eso era inaceptable. 
Me levante como pude y fui rengueando hasta el baño, cubrí la herida que me dolía como mil demonios con papel higiénico; recuerdo el papel teñirse de rojo muy rápido, luego me puse una media para que nadie viera mi vendaje provisional. 
Sin embargo el dolor no me dejaba hacer las cosas con normalidad. Le dije a mis padres que no iba a comer, que no tenia hambre y me acosté en mi habitación a soportar el dolor y ver que haría en adelante. 
En mi cabeza en ese momento no entraba la idea de pedir ayuda, ni siquiera aunque se tratara de mis padres. Pensaba que iba a decepcionarlos, que iban a pensar que no era tan buena hija como mis hermanas. Es que ser la hija del medio algunas veces cuesta.  
Ahora recuerdo eso y tengo mucha lastima por aquella niña de seis años. 
Me gustaría darle un abrazo y decirle que todo estará bien, que sus padres la iban a seguir amando igual que antes, que nada iba a cambia, que tenia todo el apoyo en el mundo, que no estaba sola.

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